Es triste pensar que los primeros habitantes de la Tierra no necesitaron de libros, películas, videojuegos, o música para inspirar el asesinato a sangre fría. Cuando Caín decidió aplastarle los sesos a Abel, la única motivación que necesitó fue su propia y humana disposición a la violencia. Ya sea que ustedes prefieran interpretar la Biblia como literatura o como la última palabra en lo que se supone debe ser Dios, la Cristiandad nos ha dado una imagen de la muerte y la sexualidad alrededor de la cual hemos basado nuestra cultura. Un hombre muerto y semidesnudo cuelga de las paredes de muchos hogares y alrededor de nuestros cuellos y es una imagen que hemos adoptado como parte de nuestras vidas desde siempre. ¿Se trata de un símbolo de esperanza o desesperanza? El asesinato-suicidio más famoso de la historia representó también el nacimiento de un icono para la muerte – el patrón para la celebridad. Desafortunadamente, y a pesar de su inspiradora moralidad, en ninguno de los Evangelios se celebra nunca a la inteligencia como una virtud.
Mucha gente parece
haber olvidado o nunca haberse dado cuenta de que yo inicié mi banda como una
crítica a esta situación de desesperación e hipocresía. El nombre de Marilyn
Manson nunca ha buscado celebrar el triste hecho de que América ponga asesinos
en la portada de la revista Time, dándoles tanta notoriedad como a nuestras
estrellas cinematográficas favoritas. De Jesse James a Charles Manson, los
medios, desde su incepción, han convertido a los criminales en héroes populares.
Y acaban de crear a dos más ahora que han estampado las fotos de ese par de
imbéciles Dylan Klebold y Eric Harris en la portada de todos los periódicos. No
se sorprendan si cada niño que se siente oprimido o rechazado adopta a dos
nuevos ídolos.
Aplaudimos la
creación de una bomba cuyo único propósito es y ha sido destruir a la humanidad
entera. Crecimos viendo los sesos de nuestro presidente desparramándose sobre
todo Texas. Los tiempos no se han vuelto más violentos. Sólo se han vuelto más
televisados. ¿Acaso alguien piensa que hubo algo de civilidad en la Guerra
Civil? Si la televisión hubiese existido entonces pueden estar seguros de que
hubiera estado allí cubriéndola, o incluso participando en ella, como en la
violenta persecución del auto de la Princesa Diana. Repugnantes buitres en
busca de carroña, explotando, jodiendo, filmando y sirviéndolo todo para
satisfacer nuestros apetitos en un glotón despliegue de ilimitada estupidez
humana.
Así que cuando se
trata de encontrar a quien culpar por los asesinatos en la preparatoria de
Littleton, Colorado, basta lanzar una piedra al aire y golpearán a alguien que
sea culpable. Nosotros somos los que nos sentamos y permitimos el hecho de que
los niños posean armas de fuego, y somos nosotros también quienes sintonizamos
y observamos la cobertura minuto a minuto de lo que hacen con ellas. Creo que
es algo terrible cuando alguien muere, especialmente si se trata de alguien a
quien conoces y amas. Pero lo más ofensivo es que cuando estas tragedias
suceden, la mayoría de la gente no les presta más atención que la que daría a
los finales de temporada de Friends o The Real World. Yo estaba realmente
impactado al ver como los medios se arrastraban y escabullían, dispuestos a
captar cada lágrima mientras entrevistaban a los padres de los niños muertos y
televisaban los funerales. Y entonces vino la cacería de brujas.
El miedo más grande
de el ser humano es al caos. Era impensable que no hubiera una razón clara y
obvia para explicar las acciones de estos chicos. Así que se necesitaba un
chivo expiatorio. Recuerdo haber oído los primeros reportes desde Littleton,
diciendo que Harris y Klebold estaban maquillados y vestidos justo como Marilyn
Manson, a quien obviamente idolatraban pues estaban vestidos de negro. Obviamente
las especulaciones fueron escalando hasta que de pronto yo era la viva imagen
de todo lo que está mal en el mundo. Estos dos idiotas no estaban maquillados,
ni tampoco estaban vestidos como yo ó como darkies. Debido a que en la América
Media nadie conocía nada sobre la música que ellos escuchaban (KMFDM y
Rammstein, entre otros), los medios eligieron algo que ellos pensaban era lo
más parecido.
Algunos periodistas
responsables han reportado, con mucho menos publicidad, claro, que Harris y
Klebold no eran fans de Marilyn Manson – incluso que ellos detestaban mi
música. Y aún si hubieran sido fans, eso no les da ninguna excusa, y no hay
porque culpar a la música. ¿Acaso buscamos cual fue la inspiración de James
Huberty cuando disparó a esa gente en el McDonald's? ¿O qué es lo que le
gustaba ver a Timothy McVeigh? ¿Y qué hay de David Koresh, o Jim Jones? ¿Creen
ustedes que la industria del entretenimiento inspiró a Kip Kinkel, o más bien
deberíamos atribuir la culpa al hecho de que su padre le compró las pistolas
que utilizó en los asesinatos de Springfield, Oregon? ¿Qué es lo que inspira a
Bill Clinton a bombardear gente en Kosovo? ¿Acaso fue algo que le dijo Monica
Lewinsky? Acaso matar no es siempre matar, sin importar si es en Vietnam o en
Jonesboro, Arkansas? ¿Porque razón justificamos uno, sólo porque parece ser por
las razones apropiadas? ¿Necesita siquiera existir algo como una razón
apropiada? Si un muchacho tiene la edad suficiente para manejar un auto o
comprar un arma ¿no debiera también tener edad suficiente para ser
personalmente responsable por lo que haga con su auto o con su arma? ¿O acaso
cuando se trata de un adolescente es necesario culpar a alguien más porque él
todavía no es tan consciente como si tuviera dieciocho años?
A América le encanta
hallar un icono al cual poderle colgar culpas. Aunque debo admitir que yo he
asumido mi papel como el Anticristo; soy la voz de la individualidad en los
noventas, y la gente tiende a asociar a todo aquel que se ve o se comporta
diferente con toda clase de actividades ilegales o inmorales. En el fondo, la
mayoría de los adultos odian a todo aquel que va contra la corriente. Resulta
cómico que la gente pueda ser tan cándida como para haber olvidado tan rápido a
Elvis, a Jim Morrison y a Ozzy. Todos ellos estuvieron sujetos en su momento a
los mismos viejos
argumentos, escrutinio y prejuicios. Yo escribí una canción llamada “Lunchbox”,
y algunos periodistas la han interpretado como una canción acerca de armas de
fuego. Irónicamente, la canción trata de ser maltratado y molestado, y sobre
defenderme con mi lonchera de Kiss, la cual usaba como arma en el patio de la
escuela. En 1979 las loncheras de metal fueron prohibidas porque se consideraba
que en manos de delincuentes podían convertirse en armas peligrosas. También
escribí una canción llamada “Get Your Gunn”. El título tiene dos 'n' porque la
canción fue una reacción al asesinato de el Dr. David Gunn, quien murió en
Florida a manos de activistas pro-vida mientras yo vivía ahí. Ese fue el máximo
acto de hipocresía que presencié durante mi juventud: que esta gente haya
matado a alguien mientras se hacían llamar a si mismos “pro-vida”.
El mensaje de cierto
modo positivo de esas canciones es normalmente malinterpretado por los
sensacionalistas afirmando que promuevo aquello que intento denunciar. Justo
ahora todos están pensando en que hacer para evitar sucesos como el de
Littleton. ¿Cómo podemos prevenir el SIDA, la guerra en el mundo, la depresión
o los accidentes automovilísticos? Vivimos en un país libre, pero con esa
libertad viene una carga de responsabilidad personal. En lugar de tratar de
enseñar a los niños lo que es moral y lo que es inmoral, el bien y el mal,
debemos primero establecer cuales son las leyes por las cuales nos debemos
gobernar. Siempre puedes escapar del infierno no creyendo en el, pero no es tan
fácil escapar a la muerte o no ir a prisión.
No es de extrañarse
que los niños crezcan siendo cada vez más cínicos; tienen demasiada información
a su alcance. Pueden darse cuenta de que viven en un mundo que está hecho una
mierda. Antiguamente existía la noción de que siempre podías dar la vuelta,
correr y empezar de nuevo, mejor. Pero ahora América se ha convertido en un
gran centro comercial, y a causa del Internet y de toda la tecnología que
tenemos a nuestra disposición, ya no hay hacia donde correr. La gente es igual
en todas partes. Algunas veces la música, las películas y los libros son lo
único que nos hace pensar alguien más se siente igual que nosotros. Siempre he
tratado de decirle a la gente que está bien, incluso que es mejor el no ser
parte de el sistema. Usen su imaginación – si un geek de Ohio puede llegar a
ser alguien, ¿porque no puede hacerlo cualquiera que use su imaginación y su
fuerza de voluntad?
Decidí no lanzarme a
los medios para defenderme, aún cuando se me pidió aparecer en cuanto programa
de TV existe. No quería colaborar con esos periodistas sedientos de fama ni con
aquellos oportunistas que sólo pretenden llenar sus iglesias o ganar una
elección gracias a sus moralistas posturas acusatorias. ¿De verdad quieren
culpar al entretenimiento? ¿No fue acaso la religión la primera forma real de
entretenimiento? La gente se viste con coloridos disfraces, canta canciones y
se compromete en eterno fanatismo. Todos coinciden en que no hay nada más
entretenido que ver a Clinton disparar primero su pistola y luego sus bombas de
la forma más política posible. Y las noticias – bueno, eso es obvio. Entonces,
¿debemos culpar al entretenimiento? Me gustaría ver a los comentaristas en los
medios preguntándoselo a sí mismos, ya que su cobertura de el evento fue una de
las formas más atroces de entretenimiento que cualquiera de nosotros haya
presenciado jamás.
Creo que la
Asociación Nacional de Rifles es una organización demasiado poderosa para
encararla, así que la mayoría de la gente decide señalar a Doom, a The
Basketball Diaries o a un servidor. Esta clase de controversia no me ayuda a
vender más discos o boletos, y no me gustaría que así fuera. Soy un artista
controvertido que se atreve a tener una opinión y se molesta en crear música y
videos que retan a las ideas de la gente en un mundo vacío y cada vez más vano.
En mi trabajo examino la América en la cual vivimos, y siempre he tratado
de enseñarle a la gente que el demonio a quien culpamos de nuestras atrocidades
es en realidad cada uno de nosotros. Así que no esperen que el fin del mundo
llegue un día de estos de la nada – ha estado ocurriendo todos los días desde
hace mucho tiempo.
MARILYN MANSON
(Mayo 28 de 1999)
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